Celebración – Entrevista a Javier del Cerro
Gracias al contacto de lxs amigxs de Pampa Negra Ediciones, escribimos por carta (correo) una pequeña entrevista a Javier del Cerro, autor de Celebración (2023) la nueva publicación de nuestra editorial amiga.
Javier del Cerro, nacido en 1970 en el puerto de Coquimbo, cuenta con una amplia trayectoria de publicaciones, además de su trabajo artístico como actor y dramaturgo. Siendo su más reciente publicación Celebración, escrito desde la Costa Azul de La Paloma, Uruguay.
“Celebración del poeta Javier del Cerro -escribe su prologuista- es una forma poética de
celebrar la vida, en tanto reconstrucción de su propio ser, y, también, de la poesía en tanto una forma de dar un giro luminoso a la poética más oscura, urbana y violenta a la que estamos acostumbrados a estas alturas del siglo XXI, y a la manera pesimista que suele hoy por hoy predominar el discurso poético de ver el Mundo”.
Compartimos un poco de nuestra conversación con Javier.
Celebración se planta de frente a lo que Thomas Harris llama en su prólogo, “la poética oscura y urbana a la que estamos acostumbrados”. Considerando el contexto social actual, en el mundo en general, esto no pareciera ser tan fácil. ¿Se trata de un manifiesto consciente en contra de esta tendencia en el mundo (poético y material), o es algo que nació de forma más bien orgánica?
Se venía cuajando desde Abisal, un libro pequeño y muy bello donde me propuse transformar el horror en belleza. Dar la cara a una madre que perdió a su hijo, que fue desaparecido. La metáfora es un pez abisal con luz propia que no necesita oxígeno.
Nació Celebración en plena pandemia sus primeros versos. Luego vinieron las muertes de muchos amigos y caí en una depresión profunda que me llevo a transformar mi vida. Debido a esto, deje todos los excesos; alcohol, drogas, cigarros, y nos vinimos con mi compañera Beatriz a trabajar y vivir en una aldea pequeña del Atlántico, en Uruguay.
Claro, nació de forma orgánica como tú dices, luego de cambios importantes en mi vida, era solo parte de todo transformar la poética.
En tu construcción poética la naturaleza juega un rol clave, una predilección temática que ha existido desde los inicios de la poesía hasta hoy en día, que se ha abrazado y contra la que se ha luchado. ¿De qué manera estableces tú la relación entre tu creación poética y la naturaleza?
Es una comunión. No la exhorto, ella es parte de mi creación al igual que las palabras. Convivo con ella todos los días.
Uno de los versos de Celebración dice, abriendo una estrofa, “celebro todo lo que no se compra”. Luego, esa misma estrofa cierra con el verso “un privilegio la soledad con tus queridos”. En sociedades con un materialismo profundamente arraigado, y en las que la gran mayoría de las personas batalla con suplir sus necesidades básicas, ¿crees que celebrar es un privilegio?
Aquí se juega la vida, se conmemora y no debiese ser una batalla, ni pensar que celebrar la propia vida es un privilegio, sino que, debiese ser uno solo junto al hallazgo de nacer. Contradictoriamente, no tengo nada que celebrar en rigor, sí pensando en mi país, veo sus últimos acontecimientos.
Y la poesía, ¿sería un privilegio?
… La poesía un privilegio. No. De ninguna manera.
La poesía no pasa por sobre nadie y si pasa, pasa por uno y hay que estar lucido y atento para asirla. El hecho de escribir poesía no te hace un privilegiado, solo un hombre que entiende su tiempo, lo cuestiona y quiere sintetizar.
Un faro para no romperse los huesos en las rocas.
Las imágenes que elaboras en el poema son muy claras y luminosas; aparecen frente al lector de manera inmediata durante la lectura. Además, el poema con algunas imágenes ¿qué rol juega lo visual en tu proceso creativo?
Un poema se sostiene en el aire y en la tierra. Cada día veo alba y al amanecer con mis animales en el mar. Las imágenes, lo visual que dices, es la estructura, el no lugar, el acontecimiento o la singularidad de ese acontecimiento que luego se transforma en palabra y en canto.
El texto se escribe desde La Paloma, en Uruguay. También tengo entendido, según el prólogo de Harris, que tuviste un periodo de poeta maldito. ¿Cómo afectó la migración a tu poesía?
Soy un migrante y siento como uno de ellos, un desterrado con pena de extrañamiento y la migración te lleva a un cambio rotundo de paradigma.
En cuento a lo señalado por Harris, solo era joven. Un maldito adolescente que estudiaba teatro en la Escuela Experimental de Arte de Santiago, actual LEA, y correspondía evidentemente a otro periodo y circunstancias.
Finalmente, cuando leí Celebración, me pareció una especie de evangelio, una buena nueva que, desde lo cotidiano, que tan frustrante puede ser, decide amar la vida. Un panfleto por la felicidad, completamente whitmaniano. ¿cómo te gustaría que el poema dialogara con los lectores, sobre todo aquellos de las ciudades?
No quise leer a Whitman, porque ya lo había leído en mi juventud y en este libro no busco dar concejos de vida. Solo disfruto y celebro la vida. Aunque es rara tu última pregunta, casi no la entiendo. Pero fuera del comidillo, la vida literaria o lo que parezca mi nuevo libro, el que dialogue con las personas de las ciudades o sea con el ciudadano común y corriente, creo que ahí, está su verdadero valor. La simpleza que puede ser leído hasta por un niño, sin aspavientos, con humildad.
Entrevista realizada por Jaime Ahumada Ruiz, editor de contenido Revista Poros