¿Qué están dando en la tele? O dónde fueron a parar esos viejos programas de TV
“Este libro es una especie de VHS que contiene selecciones de programas transmitidos alguna vez”, escriben sus editores en la contraportada de Zapping, libro de Mauricio Tapia Rojo publicado por Queltehue Ediciones (2023). Zapping desvaría y se enloquece a través de ocho cuentos que van del adentro y el afuera de la pantalla y los imaginarios que se gestaron en torno a ella. Cuenta sobre la reunión familiar frente a la tele, el inside out de una joven Miss Piernas, Miss Secretaria, Miss Colegial, Miss Ducha teléfono y toda la serie misses que creó cultura masculina del “sexo vendo, sexo compro, sexo, sexo, sexo…”. La historia de un luchador embebido por el estrellato, los después de dos mujeres tras terminar su participación en un programa de concurso de cocina, entre otras historias.
La escritura de Tapia Rojo, además de tematizar el medio televisivo a partir de su contenido, capta también su categoría de fenómeno social y de industria cultural, de tal manera que la tele es el centro del cual se nutre para buscar la experimentación escritural. Sin ser una ruptura radical de la narrativa que nos es más común, la estética de Zapping moldea la escritura para simular el lenguaje televisivo: la vorágine de pasar de un canal a otro, los cortes comerciales, las interrupciones y la repetición de programas ya vistos. Cabe agregar, también, el gusto que da una literatura que incorpora chilenismos y “traducciones” del inglés al chileno. Kevin, Harry y Marv, leemos en una pausa comercial, “se dicen sus ‘buena hueón que nos salga la raja este año’ obviamente en inglés”.
Entre la variedad de cuentos alojados en Zapping destacaría como mis programas favoritos los siguientes: Cagliostro el Creador de Mundos, Telenovela, Cony y Antena. Con “Cagliostro el Creador de Mundos” nos introducimos en la historia de un joven que sueña con ser una estrella de la lucha libre. Un personaje que trae consigo un discurso atrapante y de verdaderas apariciones de película –¡Quiero que todos me escuchen! ¡Tengo un mensaje para ustedes! Pierden su tiempo porque todo ya estaba previamente escrito. Yo debía aparecer en este momento y patearles esos mediocres culos…”–. Pero que, con una rápida voltereta, se le devuelve todo golpeándole en la cara y enrostrándole que es solo un juguete más del espectáculo, haciendo breves guiños a Huidobro, Unamuno y a Borges.
En “Telenovela” nos introducimos, por la voz de un narrador casual en primera persona, al relato de un guionista quien cuenta su experiencia trabajando para “esa teleserie del papá donde actuaba Pancho Melo”, en la que la dirección del canal Ultravisión cambió para adaptarlo a su línea editorial acorde a los tiempos. “Me contaron que algunas voces poderosas dentro del canal pensaban que la figura del patriarca estaba muy dañada y querían hacer un punto político con la telenovela en pleno movimiento feminista”. Así el relato juega con la historia del programa y los guiones que quedaron fuera, abriendo bifurcaciones y contrastes entre lo que fue y lo que pudo ser. Del mismo modo, como entre amigxs, se enfrascan en la conversación del cómo me hubiera gustado a mí que terminara la teleserie.
En “Cony”, por su parte, se aborda el interior del “harta teta, harta tensión sexual. Perfecto para las cinco de la tarde” que imperó en la televisión nacional. Una menor de edad que, cerca de cumplir sus 18 años, se convierte en un ícono bailando en minifalda y sonriendo a las cámaras. Detrás de ella, Alejandro, el director del canal, es quien care raja define qué sirve y qué no a la hora de hacer televisión. El espíritu de la nueva cultura chilena en el naciente siglo XXI “¿Querí hablar de cine y de libros? Callampa loco. Estamos en el 2003. Deja esa nostalgia noventera y súbete al carro… La gente quiere verse bien. Quiere piel. Quiere sexo ¡Quiere ver potos hueón!” Pero todo termina bien y mal para este personaje en extremo explícito.
Con “Antena”, Tapia Rojo retrata otro mundo, uno más amable, aquel de la familia en torno a la pantalla, sus momentos de congregación y las prácticas usuales y mágicas de mover la antena para recuperar señal. “Antena” es una primera muestra del cariño a la “tele basura”, muestra que se extiende en su último cuento, como un excursus, en el que se habla en primera persona de una experiencia personal y también compartida, no solo con la familia que se sienta a ver la tele, sino en común a todxs quienes asisten al masivo evento de la televisión en vivo.
Zapping no apela a un reproche o denuncia de los males de la televisión, más bien representa una mirada distanciada de cómo se conformó la cultura chilena luego de la transición. Por lo que Zapping es también un libro generacional sobre quienes crecieron sentados frente a un televisor y hoy se mueven con un celular en las manos. Un libro “del chileno que se estaba gestando bajo esas imágenes” de la televisión y que hoy pareciera quedar atrás. Hablar de la tele es como hablar del pasado, “¿cómo fue que cambió todo?” es una de las preguntas que se plantean en el libro. Cómo cambia todo y sin que nos demos cuenta de ello. ¿Dónde fueron a parar los guionistas que escribieron las viejas teleseries? ¿Dónde se esconden los sucios directores del canal? ¿Qué hay de las estrellas que ya no vemos? ¿Y quiénes y qué formas culturales les reemplazaron?
Por Joaquín Pinto Godoy
Zapping forma parte de la colección Camanchaca de Queltehue Ediciones con el propósito de compartir una mirada diferente de los problemas sociales actuales, de la mano de autores noveles y consolidados especialistas en diversas problemáticas ligadas al género, sociedad y geografía. Tal como la camanchaca —niebla y baja que se desplaza desde la costa hacia el interior— buscamos refrescar espacios refrescar espacios desérticos y yermos de nuestra literatura nacional.
